Di base in Messico, Pie de Página è una piattaforma internazionale di giornalisti indipendenti, nata con il supporto dell’Istituto messicano per i diritti umani e la democrazia e l’Unione europea. La loro linea editoriale propone un’informazione che “ha a che fare con le persone, spiega le cause e le conseguenze delle decisioni dei gruppi di potere nella loro vita quotidiana, ma apre anche spazi di riflessione, trova soluzioni e legami con i meccanismi di cambiamento”.
Storie di migrazioni contemporanee, di giovani partiti negli Stati Uniti e poi tornare indietro. Che oggi vivono dietro la cornetta di un call center, in Messico.
CIUDAD DE MÉXICO.- A unos metros del Monumento a la Revolución, los jóvenes que trabajan para la empresa TeleTech comienzan a salir para su descanso. Vestidos con ropa casual, todos parecen menores de 35 años. Unos se sientan sobre las escaleras en la fachada, entre ellos hablan en inglés.
TeleTech es una compañía de origen estadounidense que pertenece a la industria de “tecnologías de la información” (IT, en inglés), la cual se basa en la subcontratación para ofrecer a otras servicios humanos especializados en informática. Las empresas de IT son criticadas por establecerse en países donde las leyes laborales son permisivas. Gran parte de su trabajo consiste en dar asistencia técnica por teléfono y en inglés. TeleTech tiene un call centers (centro de llamadas) aquí, en el centro de la capital mexicana.
Luis, un agente en esta oficina, confirma que 9 de cada 10 jóvenes que trabajan en ese lugar son mexicanos que vivieron en Estados Unidos, y ahora están de regreso, deportados o por decisión propia.
“Es el trabajo ideal para cuando vas llegando. No te piden muchos documentos y lo indispensable es hablar inglés”, comenta Ernesto, quien emigró a Estados Unidos en 1984 cuando apenas tenía un año de edad. Su retorno a México, en 2008, fue voluntario. Pero entonces, con 25 años y una licenciatura en comunicación que estudió en San Antonio, Texas, sin experiencia laboral, un trabajo en TV Azteca le ofrecía menos de lo que ganó contestando teléfonos para la empresa estadounidense.